14 de noviembre
Actualizado: hoy a las 8:57 am
News
Inversores presionan a Argentina para que flexibilice el peso por preocupaciones sobre reservas e IED
Por Rodrigo Campos y Laura Matthews
NUEVA YORK, 14 nov (Reuters) - Inversores están instando al Gobierno argentino a flexibilizar su régimen cambiario, afirmando que un peso más dinámico ayudaría a reconstituir las reservas y sostener la inversión extranjera, incluso cuando altos funcionarios insisten en que el actual sistema de bandas se mantendrá sin cambios.
El presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo han repetido que defenderán el marco actual de ajustes diarios del peso dentro de una banda cada vez más amplia.
Desde el Gobierno, afirman que la actual política se mantendrá hasta las elecciones presidenciales de 2027, en las que se espera que Milei busque la reelección.
Sin embargo, administradores financieros dicen que la reticencia de Milei a dejar flotar el peso podría limitar el crecimiento y la entrada de divisas en momentos en que Argentina está tratando de consolidar la estabilidad, después de que en octubre el partido gobernante obtuviera unos resultados mejores de lo esperado en las elecciones legislativas.
"Desde una perspectiva fundamental, es probable que se necesite algún tipo de ajuste para aumentar orgánicamente las reservas de divisas hasta 2026", dijo Kathryn Exum, codirectora de análisis soberano de la gestora de inversiones Gramercy.
"Las autoridades probablemente puedan arreglárselas sin un cambio inmediato, pero eso no cumpliría las expectativas y podría complicar las cosas desde el punto de vista de la prima de riesgo país", señaló.
Exum dijo que una ampliación gradual de la banda oficial, actualmente diseñada para ampliarse un 1% al mes, podría ir acompañada de un programa formal de acumulación de reservas que los mercados acogerían con satisfacción.
"A mediano plazo, la evolución del marco cambiario es probable y necesaria", afirmó.
La presión sobre el peso ha disminuido últimamente, pero sigue cotizando cerca del extremo débil de su banda oficial, tras meses de demanda de dólares. Los futuros indican que la divisa podría superar la banda en un plazo máximo de 12 meses, lo que subraya las expectativas de ajuste del mercado.
Christine Reid, gestora de cartera de Ninety One, dijo que muchos en el mercado asumieron que la debilidad anterior de la moneda se basaba puramente en el temor a que los opositores peronistas obtuvieran mejores resultados en las elecciones de medio término, poniendo en riesgo la agenda de austeridad de Milei, pero los datos mostraron lo contrario.
"Las autoridades lo achacan por completo a que los riesgos políticos se están reflejando en el precio de la divisa, y estaba claro que la moneda estaba ligeramente sobrevalorada incluso antes de que empezaran a surgir los problemas políticos", afirmó.
Reid añadió que los inversores también habían sobrestimado las posibilidades de una devaluación tras las elecciones. "La gobernabilidad y la probabilidad de reformas fiscales son mucho mejores de lo que nadie esperaba, y eso influye en la valoración del tipo de cambio real de equilibrio", afirmó.
Pero añadió que el peso sigue estando marginalmente caro, incluso después de haberse debilitado un 25% desde que se eliminaron parcialmente los controles en abril, y que el costo actual de flexibilizar el tipo de cambio sería bajo.
LLEGAN LOS DÓLARES
La reincorporación de Argentina a los mercados internacionales de deuda constituye una fuente paralela de apoyo cambiario.
Tras años de escasas emisiones corporativas en el extranjero, varios grandes prestatarios argentinos han captado más de 1.700 millones de dólares en bonos internacionales en las últimas semanas.
Analistas afirman que estos flujos, una vez convertidos localmente para inversiones y operaciones, podrían ayudar a generar la tan necesaria oferta de dólares en el mercado local.
La estrategia del Gobierno también se ha visto respaldada por una línea de "swap" del Tesoro estadounidense de 20.000 millones de dólares, que permitió al banco central vender dólares en el mercado al contado antes de las elecciones, ayudando a estabilizar el peso.
Esa línea, junto con las insinuaciones de un préstamo multibancario y las promesas de inversiones en varias industrias, es un respaldo implícito de Estados Unidos que garantiza a los inversores que el Gobierno puede defender la moneda.
Jared Lou, gestor de carteras de William Blair, dijo que aunque estos apoyos mejoran la confianza a corto plazo, los inversores siguen considerando fundamental el cambio estructural.
"La acumulación de reservas está en función de cuánto permitan que se deprecie el peso, de si se replantean las bandas", dijo y señaló que "permitir un movimiento algo más rápido habría ayudado a aliviar la presión sobre las reservas".
Los inversores también advierten de que el mantenimiento de un régimen cambiario rígido podría disuadir a una mayor inversión extranjera directa de sectores más allá de las materias primas.
"No estoy tan convencido de que haya muchos otros sectores dispuestos a arriesgar el pellejo en este momento concreto. (Si) hubiera continuidad política hasta las elecciones presidenciales del año que viene, esa es otra conversación", afirmó Lou.
La mayoría de los analistas esperan que el Gobierno mantenga el marco actual hasta finales de año y revise sus parámetros una vez que se conozcan los objetivos de reservas para 2026.
Con una inflación interanual del 31% y una presión persistente sobre el peso, los economistas afirman que el margen para el ajuste puede reducirse.
En general, el mandato más fuerte, el ancla fiscal y el apoyo de Estados Unidos le dan un respiro, dijo Lou. Pero con el tiempo, un régimen cambiario más flexible será útil para que Argentina recupere reservas y restablezca un acceso duradero al mercado.
(Reportaje de Rodrigo Campos y Laura Matthews; Traducido por Walter Bianchi; Editado por Lucila Sigal)