11 de noviembre
Actualizado: hoy a las 10:57 am
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La partición de Gaza es un riesgo inminente ante tropiezos del plan de Trump
Por Alexander Cornwell
MANAMA, 11 nov (Reuters) -Una partición de facto de Gaza entre una zona controlada por Israel y otra gosbernada por Hamás es cada vez más probable, según múltiples fuentes, debido a los problemas para avanzar en el plan del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para poner fin a la guerra más allá de un alto el fuego.
Seis funcionarios europeos con conocimiento directo de los esfuerzos para implementar la siguiente fase del plan dijeron a Reuters que estaba efectivamente estancada y que la reconstrucción ahora parecía probable que se limitara a la zona controlada por Israel.
Esto podría conducir a años de separación, advirtieron.
En virtud de la primera fase del plan, que entró en vigor el 10 de octubre, el Ejército israelí controla actualmente el 53% del territorio mediterráneo, incluida gran parte de sus tierras de cultivo, junto con Rafah, en el sur, partes de la ciudad de Gaza y otras zonas urbanas.
Casi el total de los 2 millones de habitantes de Gaza están hacinados en campos de tiendas de campaña y entre escombros de ciudades destrozadas del resto del territorio, que está bajo control de Hamás.
Imágenes grabadas por un dron de Reuters en noviembre muestran una destrucción catastrófica en el noreste de la ciudad de Gaza tras el último asalto israelí antes del alto el fuego, después de meses de bombardeos previos. La zona está ahora dividida entre el control israelí y el de Hamás.
La siguiente fase del plan prevé que Israel se retire aún más de la llamada línea amarilla acordada en el plan de Trump, junto con el establecimiento de una autoridad de transición que gobierne Gaza, el despliegue de una fuerza de seguridad multinacional destinada a tomar el relevo del Ejército israelí, el desarme de Hamás y el inicio de la reconstrucción.
Pero el plan no establece plazos ni mecanismos de aplicación. En tanto, Hamás se niega a desarmarse, Israel rechaza cualquier participación de la Autoridad Palestina, respaldada por Occidente, y persiste la incertidumbre sobre la fuerza multinacional.
"Todavía estamos elaborando ideas", dijo el ministro de Asuntos Exteriores jordano, Ayman Safadi, en una conferencia sobre seguridad celebrada en Manama este mes. "Todo el mundo quiere que termine este conflicto, todos queremos el mismo final. La cuestión es cómo conseguir que funcione".
Sin un gran impulso por parte de Estados Unidos para romper el estancamiento, la línea amarilla parece destinada a convertirse en la frontera de facto que divide indefinidamente Gaza, según 18 fuentes, entre ellas los seis funcionarios europeos y un exfuncionario estadounidense familiarizado con las conversaciones.
Estados Unidos ha redactado una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que otorgaría a la fuerza multinacional y a un órgano de gobierno de transición un mandato de dos años. Pero diez diplomáticos afirmaron que los gobiernos siguen dudando en comprometer tropas.
Las naciones europeas y árabes, en particular, no participarían si las responsabilidades se extendieran más allá del mantenimiento de la paz y significaran una confrontación directa con Hamás u otros grupos palestinos, dijeron.
El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, y el influyente yerno de Trump, Jared Kushner, dijeron el mes pasado que los fondos de reconstrucción podrían empezar a fluir rápidamente a la zona controlada por Israel incluso sin pasar a la siguiente fase del plan, con la idea de crear zonas modelo para que vivan algunos gazatíes.
Tales propuestas estadounidenses sugieren que la fragmentada realidad sobre el terreno corre el riesgo de quedar "trabada en algo a mucho mayor plazo", afirmó Michael Wahid Hanna, director del programa estadounidense del International Crisis Group.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo que, aunque se habían logrado "enormes progresos" en el avance del plan de Trump, quedaba más trabajo por hacer, sin responder a preguntas sobre si la reconstrucción se limitaría a la zona controlada por Israel.
El primer ministro Benjamin Netanyahu ha dicho que Israel no tiene intención de volver a ocupar o gobernar Gaza, aunque ministros de extrema derecha de su gabinete han instado a la reactivación de los asentamientos desmantelados en 2005.
El Ejército también se ha resistido a estas demandas de una toma permanente del territorio o de supervisión directa de los civiles de Gaza. En cambio, Netanyahu se ha comprometido a mantener una zona tampón dentro de Gaza, a lo largo de la frontera, para impedir que se repita el ataque de Hamás de octubre de 2023 que desencadenó la guerra.
BLOQUES DE CEMENTO AMARILLOS MARCAN LA LÍNEA
Las fuerzas israelíes han colocado grandes bloques de cemento amarillos para delimitar la línea de retirada y están construyendo infraestructuras en el lado de Gaza que controlan sus tropas. En el barrio de Shejaiya, en la ciudad de Gaza, los militares llevaron a periodistas la semana pasada a un puesto avanzado fortificado desde el alto el fuego.
Allí, según muestran las imágenes por satélite, la tierra y los escombros de los edificios han sido movidos con maquinaria pesada hasta formar montículos escarpados que constituyen una atalaya protegida para los soldados. Se ha colocado asfalto fresco.
El portavoz militar israelí, Nadav Shoshani, dijo que los soldados estaban allí para impedir que los militantes cruzaran a la zona controlada por Israel, afirmando que Israel se alejaría de la línea una vez que Hamás cumpliera las condiciones, incluido el desarme, y una vez que hubiera una fuerza de seguridad internacional en el lugar.
En cuanto "Hamás cumpla su parte del acuerdo, estaremos listos para avanzar", dijo Shoshani. Un funcionario del gobierno israelí, en respuesta a preguntas escritas para este artículo, dijo que Israel se adhería al acuerdo y acusó a Hamás de demoras deliberadas.
Hamás ha liberado a los últimos 20 rehenes vivos retenidos en Gaza y los restos de 24 rehenes fallecidos como parte de la primera fase del plan. Los restos de otros 4 rehenes siguen en Gaza.
Cerca de allí, en las zonas palestinas de la ciudad, Hamás se ha reafirmado en las últimas semanas, matando a rivales. Ha proporcionado policías para la seguridad y trabajadores civiles que vigilan los puestos de comida y despejan los caminos en un paisaje arrasado, utilizando excavadoras maltrechas, según muestra un video de Reuters.
"Tenemos que llenar el vacío de seguridad en la Franja de Gaza", dijo el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Johann Wadephul, en la conferencia de Manama, instando a la celeridad y advirtiendo de que un resurgimiento de Hamás podría desencadenar nuevas operaciones militares israelíes en Gaza.
Hazem Qassem, portavoz de Hamás en la ciudad de Gaza, afirmó que el grupo estaba dispuesto a ceder el poder a una entidad tecnócrata palestina para que pudiera comenzar la reconstrucción.
"Todas las regiones de Gaza merecen la reconstrucción por igual", afirmó.
Una idea que se está debatiendo, según dos funcionarios europeos y un diplomático occidental, es si Hamás podría decomisar las armas bajo supervisión internacional en lugar de entregarlas a Israel o a otra fuerza extranjera.
Los Estados europeos y árabes quieren que la Autoridad Palestina, con sede en Cisjordania, y su policía regresen a Gaza junto con la fuerza multinacional que tome el relevo de Hamás. Miles de sus agentes formados en Egipto y Jordania están listos para el despliegue, pero Israel se opone a cualquier participación de la Autoridad Palestina.
RECONSTRUIR BAJO LA OCUPACIÓN ISRAELÍ
Los seis funcionarios europeos dijeron que en ausencia de un cambio importante en las posiciones de Hamás o Israel, o la presión de Estados Unidos sobre Israel para aceptar un papel de la Autoridad Palestina y el camino hacia un Estado, no veían que el plan de Trump avanzara más allá del alto el fuego.
"Gaza no debe quedar atrapada en una tierra de nadie entre la paz y la guerra", dijo la ministra de Asuntos Exteriores británica, Yvette Cooper, en la conferencia de Manama.
Salah Abu Amr, de 62 años y residente en la ciudad de Gaza, afirmó que si no se avanzaba en el desarme de Hamás y comenzaba la reurbanización al otro lado de la línea amarilla, la gente podría pensar en trasladarse allí. Pero la realidad de una Gaza dividida era difícil de contemplar, afirmó.
"¿Vamos a poder trasladarnos todos a esa zona? ¿O Israel tendrá derecho de veto sobre la entrada de algunos de nosotros?", dijo. " ¿También van a dividir a las familias entre gente buena y gente mala?".
Sigue sin estar claro quién financiaría la reconstrucción de partes de Gaza bajo ocupación israelí, ya que los países del Golfo se resisten a intervenir sin la participación de la Autoridad Palestina y sin una vía hacia la creación de un Estado, a la que Israel se resiste. Los costos de reconstrucción se estiman en 70.000 millones de dólares.
Cualquier fragmentación territorial de facto de Gaza supondría un nuevo revés para las aspiraciones palestinas a una nación independiente que incluya Cisjordania y empeoraría la catástrofe humanitaria de un pueblo sin un refugio adecuado y casi totalmente dependiente de la ayuda para su subsistencia.
"No podemos fragmentar Gaza", afirmó Safadi. "Gaza es una, y Gaza forma parte del territorio palestino ocupado".
La ministra de Asuntos Exteriores palestina, Varsen Aghabekian Shahin, también rechazó la división territorial de Gaza, y afirmó que la Autoridad Palestina está dispuesta a asumir "toda la responsabilidad nacional".
"No puede haber una verdadera reconstrucción ni una estabilidad duradera sin la plena soberanía palestina sobre el territorio", afirmó en un comunicado en respuesta a las preguntas de Reuters.
(Reporte de Alexander Cornwell en Manama, Abu Dabi, Dubái, Tel Aviv y Jerusalén, reporte adicional de Maayan Lubell y Nir Elias en Jerusalén, Nidal al Mughrabi en El Cairo, Humeyra Pamuk en Washington, Dawoud Abu Alkas en Ciudad de Gaza y Aaron McNicholas en Londres; Editado en Español por Ricardo Figueroa)